jueves, 28 de marzo de 2013

El Hospital para el nacimiento

Encontrar el hospital es un tema bastante importante y de las primeras cosas que tenemos que tener listas para esperar al bebé, porque además es uno de los gastos más grandes. 

Algunos hospitales cuentan con paquetes que puedes ir pagando a partir de la semana 12 de embarazo, ya que, pasando esa semana tus posibilidades de aborto son casi nulas. 

Aclaro, el paquete no incluye al doctor ni su equipo, es sólo el hospital. 

Yo creo que debes atenderte en un hospital que te guste, donde te sientas cómoda y te brinden todos los servicios, ya que, es el día más importante de tu vida, y mereces pasarlo lo mejor posible, y además es donde atenderán a tu bebé.  

Se tiene la creencia de que el mejor hospital para nacimientos en Veracruz es la Beneficencia Española, cuenta con el Pabellón de la Mujer, que es especial para este tipo de ocasiones. Además tiene UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), donde, si se llegara a complicar el parto, tu bebé será atendido con el equipo de la más alta tecnología. 

Es por esto que no sólo debes encontrar un lugar bonito, si no un lugar que cuente con todo lo que necesitas tú y tu bebé en caso de que algo se llegue a complicar. 

Ese sería un punto positivo, además de que como te comenté, tiene una zona especial para nacimientos de bebés, alejada de los enfermos. Este hospital cuenta con paquetes que puedes ir pagando desde la semana 12. 

Una desventaja de la Beneficencia, es que, los medicamentos que necesites extras (que no vengan en el paquete) son hasta el triple de caros que en otros hospitales.

Cuando me embaracé, investigué en todos los hospitales de Veracruz, y sobre todo, pedí opiniones de mamás que tuvieron a sus hijos y en dónde habían nacido. Resulta, que encontré al menos 3 casos, en los que se atendieron en hospitales particulares, pero lamentablemente el nacimiento se complicó y tuvieron que trasladar a los bebés o al Seguro Social o a la Beneficencia, (a la UCIN). 

El Millenium es otro hospital que tiene UCIN, y las mamás que han tenido bebés ahí me han dicho que la atención es excelente y estuvieron muy contentas. 

En mi caso, mi bebé nació en el Área Privada del Hospital Regional de Veracruz, y realmente quedé muy contenta con la atención que me dieron a mí y al bebé, si ya leyeron en mi blog Crónica de un Nacimiento, se dieron cuenta de que no me fue muy bien después de la cesárea, pero las enfermeras y los doctores me atendieron realmente bien en todo lo que se me complicó, y  las enfermeras me trataron excelente a mí y a mi bebé. Puedo decirles que hasta la comida que me daban estaba exquisita. A cada momento entraban las enfermeras a tomarme la temperatura, y la presión, me enseñaron a darle pecho a mi bebé y cómo manejarlo. 

El hospital está muy bonito, la habitación me gustó mucho más que las de la Beneficencia y el Millenium, y lo mejor es que es de los hospitales más económicos. Podía comprar paquete con doctor (te dan 4 médicos a elegir) o sin doctor. Con doctor, su equipo y hospital la cesárea (estancia de 2 noches) costaba 23 mil pesos (eso es lo que cobran algunos doctores sólo de sus honorarios), y además el equipo del doctor muy profesional, el neonatólogo que atendió a mi bebé fue Alejandro Salmones, de los mejores (o el mejor) de Veracruz. Y con la anestesióloga me encantó su trato, muy comprensiva y preparada, me explicaba todo lo que estaba sucediendo en mi cesárea y claro, me dejó puesta la famosa bombita con analgésico para que después de la operación no me doliera la herida. 

El quirófano muy bien equipado, el equipo de todo el hospital se veía nuevo, todo perfectamente limpio, hasta los camilleros eran muy atentos. Sin duda lo recomiendo bastante. 

La única experiencia que yo he tenido en la Beneficencia, fue cuando le hicieron la cirsunsición a mi bebé, y la realidad es que el doctor excelente (Alejandro Salmones), pero las enfermeras que me recibieron en Urgencias, bastante déspotas y amargadas, me trataban como si me estuvieran haciendo el favor. 

Lo ideal es que recorras todos los hospitales, entres a sus habitaciones, cuneros, compares precios y cuál tiene el mejor equipo tecnológico y de personal. Lo más importante es que tú te sientas cómoda en tu día y el de tu bebé. 


miércoles, 27 de marzo de 2013

La maleta del bebé para el hospital

Si estás embarazada por primera vez, tal vez no tengas idea de lo que necesitas empacar para la maleta del bebé para el hospital.

Te dejo una lista de lo básico:

1.- Pañales estapa recién nacido, te alcanza con le paquete más pequeño (recomiendo Huggies Supreme, aunque son los más costosos, son los mejores para la piel de tu bebé)
2.- Shampoo de recién nacido (recomiendo marca Huggies, huele delicioso y cuida la piel de tu recién nacido)
3.- Esponja para bañarlo
4.- Toalla para secarlo del baño
5.- 3 sabanitas de cajón para la cuna
6.- 3 Cobertores
7.- 3 gorritos
8.- 3 pares de guantes
9.- 3 Mamelucos interiores de recién nacido (recomiendo marca Gerber, con manga corta son más cómodos para el bebé y para ti la vestirlo)
10.- 3 mudas de ropa manga larga y pantaloncito que le cubra los pies, o mamelucos completos y de manga larga.
11.- 3 biberones esterilizados con chupetas para recién nacido (recomiendo marca Avent).
12.- 3 pares del calcetines
13.- Cepillito para peinarlo
14.- Loción
15.- Talco
16.- Crema para recién nacido
17.- Toallitas húmedas (recomiendo Nivea Baby Sof & Cream, ya que son las más suaves)
18.- Cremita Capent

TIP: coloca en bolsas Ziploc el outfit de tu bebé para ese día, o sea: el mameluco interior, el pañal, el par de calcetines, su pantaloncito, su camisita, su par de guantes, y su gorro. Marca la bolsa con el día (día 1, día 2, etc.). así será más fácil cuando te pidan la ropita para llevarselo a bañar, entregas la ziploc con todo empaquetado.

NOTA: En las cantidades de la ropita puse 3, pero depende de los días que estés internada, si es parto natural por lo general sólo te quedas un día (por lo que debes llevar una muda de más), si es cesárea estarás internada por lo menos dos días, así que lleva de 3 a 4 mudas.





martes, 26 de marzo de 2013

Tu maleta para el hospital

Aquí está una lista de lo que debes de llevar en tu maleta del hospital:

Toallas sanitarias. Recomiendo Tena Lady Súper, ya que son gruesas, miden 40 cms de largo y no son pañal.

Calzones de corte alto (son más cómodos después de una cesárea)

Faja posparto (aunque los primeros días las enfermeras te fajarán con vendas)

Artículos de higiene personal: jabón, shampoo, desodorante, cepillo de dientes, pasta de dientes, cepillo para el cabello, maquillaje, toalla para secarte, crema humectante, etc.

Sandalias para la regadera

Pantuflas

Cámara de video o fotográfica cargador

Lentes (si usas)

Documentos como tu acta de nacimiento, CURP, (los que requiera el hospital).

Calcetines

Camisón y  bata de maternidad ( ya traen abertura para la lactancia)

Brassieres de lactancia

Artículos para relajarte: Ipod, velas aromáticas, tu almohada, etc.

Si tienes otros hijos no olvides empacar “los regalos que les trajo su nuevo hermanito”.

Una muda cómoda y suelta para volver a casa cómoda (pants de maternidad, tenis)

No olvides también que tu pareja debe llevar una muda, artículos de higiene personal y lo que vaya a necesitar en el hospital.










 

Qué hacer si rompes fuente o tienes contracciones


Si rompiste fuente, lo primero que tienes que hacer es llamar a tu obstetra, quien te indicará que de inmediato vayas al hospital, ya que al romper fuente, pierdes líquido amniótico, ese líquido es el oxígeno de tu bebé, por lo que entre más tiempo dejes pasar a partir de que rompes fuente, tu bebé tiene menos oxígeno, lo que puede ser bastante peligroso, ya que incluso puede llegar a morir.
Por eso es importante que tu maleta del hospital la tengas lista un mes antes de la fecha probable de parto, ya que en caso de que se adelante el parto estás lista para salir al hospital.
Hay mujeres que aunque hayan programado una cesárea, rompen fuente o tienen contracciones antes de la fecha, y al final deciden tener parto natural, cosa que es bastante positiva. Así que aunque hayas agendado una cesárea, tienes que tener lista tu maleta y la del bebé por si llega a sucederte esto.
Si tienes contracciones pero aún no has roto fuente, tranquila, ya que pueden pasar hasta 24 horas antes de que rompas fuente y el bebé pueda nacer. Hay veces que cuando las contracciones ya han durado bastante tiempo, el doctor decide meter la mano y romper la fuente a propósito, ya que en ese momento empiezas a dilatar más rápido.
Por otro lado, existen casos en los que rompes fuente o tienes contracciones y el bebé nace camino al hospital, todo depende del cuerpo de cada mujer, no necesariamente significa que vayas a pasar horas en trabajo de parto, incluso conozco algunas mujeres que ni siquiera sintieron dolor de contracciones y tuvieron un parto natural rápido.
Si rompiste fuente y no tienes contracciones poco tiempo después de que rompiste fuente, pueden inducirte el parto, sin embargo, si ya pasaron muchas horas, es muy probable que te hagan una cesárea, ya que, como mencioné, tu bebé puede estarse quedando sin oxígeno y eso le provocaría sufrimiento. Cualquiera de los dos procedimientos se decidirán mediante un ultrasonido, donde se podrá ver la cantidad de líquido que tiene tu bebé disponible, si la cantidad ya es muy poca, tendrá que hacerse la cesárea.
Lo importante es que ya sea que rompas fuente o tengas contracciones, lo primero que tienes que hacer es llamar a tu obstetra y hacer exactamente lo que el te indique, recuerda tener lista tu maleta y la del bebé.
TIP: si rompiste fuente,colocate una toalla sanitaria, yo recomiendo Tena Lady Super, ya que son gruesas y muy largas, (hay hasta de 40 cms y no son pañal) ya que probablemente camino al hospital seguirás perdiendo líquido, así evitarás mojar tu ropa otra vez, el carro, o la camilla del hospital. Estas mismas toallas te servirán para el periodo posparto.

viernes, 22 de marzo de 2013

Atención embarazadas con tipo de sangre negativo


Si estás embarazada y tu tipo de sangre es Negativo, es importante que sea lo primero que le comentes a tu doctor, ya que, al nacer tu bebé tienes 72 horas para aplicarte una vacuna llamada anti RH, o Anti Rogham.
¿Por qué? te lo explicaré con palabras que entiendas.
A la hora del nacimiento, ya sea parto natural o cesárea, la sangre del bebé se mezcla con la de la mamá, si la mamá es del tipo de sangre negativo, y el bebé del tipo de sangre positivo, el cuerpo de la mamá detecta un tipo de sangre diferente al de ella y crea anticuerpos que rechazan ese tipo de sangre. La vacuna se aplica, ya que si decides tener otro embarazo, el siguiente bebé no tenga problemas con esos anticuerpos, ya que incluso podría llegarse a abortar a ese bebé. Te debes aplicar la vacuna después de cada embarazo.
En pocas palabras, lo que hace la vacuna, es evitar que esos anticuerpos se formen, para que en tu siguiente embarazo no tengas problemas. Si tu bebé también es de sangre negativa no es necesario aplicar la vacuna.
Durante tu embarazo es posible que el doctor te mande a hacer unos “Análisis de Coobms indirecto”, cuyos resultados indican si tu cuerpo ya ha creado anticuerpos en lo que llevas del embarazo.
Hay doctores que aplicarán la vacuna durante el embarazo y al nacer el bebé, sin embargo, la mayoría ya la aplica solamente después del embarazo, ya que analizaron la sangre del bebé y es seguro que es RH positivo.
El costo de la vacuna es superior a los 2 mil pesos, y si la compras en el hospital es mucho más costosa. La puedes encontrar más económica en las farmacias especializadas, o incluso tu doctor o el pediatra del bebé podrían conseguirla a un precio aún más bajo.

*Si eres de sangre positiva y tu bebé negativa, no hay problema.

martes, 19 de marzo de 2013

Crónica de un nacimiento


Como mi plan era tener un parto natural, era realmente emocionante las últimas semanas, ya que en cualquier momento podía romper fuente o tener contracciones y dejar lo que sea que estuviera haciendo por recibir a mi bebé. El factor sorpresa me encantaba.

Rompí fuente el domingo 16 de septiembre a las 2:38am, yo apenas tenía una hora de haberme dormido, ya que mi pareja y yo nos desvelamos viendo películas porque según nosotros ese podía ser nuestro último fin de semana sin bebé, la sorpresa fue que ese mismo fin de semana Damián llegaría a nuestras vidas.

Lo primero que hice al confirmar que había roto fuente, fue llamarle al doctor, quien me dio instrucciones de ir inmediatamente al hospital. (Una vez que rompas fuente no puedes esperar mucho tiempo, ya que el líquido amniótico, que es el que estás derramando es el oxígeno de tu bebé). 

Después, me metí a bañar para llegar fresca al hospital y terminé mi maleta y la del bebé (las cuales no tenía listas completamente, ya que mi bebé se adelantó dos semanas y 2 días, aunque para ser primeriza es normal que se adelante). Mientras, mi pareja se encargaba de hablarles a mis papás y a sus papás para darles la noticia.

Al llegar al hospital mi papá ya nos estaba esperando ahí con su cara de nervio y de emoción porque iba a ser abuelo y su niñita iba a ser mamá. Al poco tiempo llegaron mi mamá, mi hermana, mi tia y mi prima, las cuatro locas de emoción. Mi suegro y mi cuñado llegaron al hospital como a la hora y media de que yo rompí fuente (y eso que estaban en Xalapa).

Todos estaban preocupados por mí, no me dejaban hacer nada, como si me fuera a romper. Yo caminaba y caminaba por el lobby del hospital mientras me registraban y me daban mi habitación, ya que dicen que caminar acelera el trabajo de parto y las contracciones (yo hasta ese momento no había sentido ninguna), hasta que un doctor me dijo que mejor reservara mi energía para la hora del parto.

El colmo fue que cuando me estaban registrando, la recepcionista me preguntó: ¿es parto o cesárea?, yo pensé "dudo que alguien programe un parto a las 3 am de un domingo, y aparte en 16 de septiembre".

En fin, ya registrada, me subieron a mi habitación, ¡en silla de ruedas! me rehusé, yo estaba perfectamente en capacidad de caminar y tan emocionada que hubiera podido correr un maratón en ese momento, pero todos me dijeron que hiciera caso y me sentara en la silla, así que eso hice.

En cuanto llegué a la habitación, me dieron una bata del hospital para que me la pusiera y me colocaron el catéter en la vena de la muñeca izquierda, hasta la fecha todavía me duele algunas veces. Posterior a eso, me rasuraron toda la zona abdominal, y me hicieron un lavado intestinal (mejor ni les cuento cómo). Después me recomendaron que durmiera, para descansar y estar lista para lo que me viniera, pero cómo creen que iba yo a poder dormir si sólo faltaban horas para conocer a mi hijo, además de la molestia que me provocaba el famoso catéter.

Vi la salida del sol por la ventana, eran las 7am y yo todavía no sentía ninguna contracción (yo creí que era porque me había preparado tanto mentalmente para un parto natural que por eso no me dolían las contracciones), aunque sí sentía presión sobre mi abdomen bajo en algunos momentos. Yo quería pararme de la cama, estaba realmente aburrida y desesperada, deseando tener contracciones porque si las tenía significaba que todo iba bien, que estaba dilatando.

El doctor llegó al hospital alrededor de las 9am, me revisó la dilatación (lo cual es bastante doloroso) y me dijo que sólo tenía 1 cm, era por eso que no había sentido ninguna contracción. Yo ya sabía lo que esto significaba. Durante mi embarazo leí mucho sobre los trabajos de parto, las cesáreas, y los partos naturales, por lo que sabía que no podía pasar mucho tiempo de cuando rompiera fuente a cuando naciera mi bebé, ya que entre más tiempo pasa, menos oxígeno tiene, esto provoca sufrimiento fetal o incluso la muerte de tu bebé, y yo ya tenía 6 horas que había roto fuente, así que pedí inmediatamente una cesárea.

Antes de fijar hora para el quirófano, el doctor me hizo un último ultrasonido, si tenía suficiente líquido amniótico, podíamos recurrir a la inducción del parto, aunque tomaría unas cuantas horas más el nacimiento, el bebé podía esperarse sin sufrir. Sin embargo, yo ya casi no tenía líquido amniótico, por lo que pedí que me hicieran una cesárea lo más pronto posible, después de todo, no importa lo mucho que desees un parto natural u odies la cesárea, lo importante es que tu bebé no sufra y nazca sano.

Ahora sí empecé a sentirme un poco nerviosa, ya que yo nunca quise cesárea, porque además a mí jamás me había operado de nada, y no quería tener que pasar días con el dolor de la herida.

Al momento en que salí en la camilla para el quirófano, me di cuenta de toda la gente que estaba ahí para conocer a mi bebé, eran más de 40 personas, en su mayoría familiares, y algunos amigos, todos sonriéndome emocionados haciéndome pasillo, de la puerta de mi habitación hasta el elevador que me llevaría al piso de quirófanos. Jamás he sentido tanto cariño de la gente hacia a mí como en ese momento.

Entré al quirófano que yo sentí que estaba como a 30 grados bajo cero, me estaba congelando. Mientras el futuro papá se caracterizaba con vestimenta apropiada para un quirófano, a mí me ponían la anestesia y la sonda. Para la anestesia me pusieron en posición fetal, y entre el pediatra y el obstetra me agarraban para que no me moviera cuando sintiera que la aguja me entraba por la columna (otra cosa que es bastante dolorosa). Me di cuenta cuando entró la anestesia en mi cuerpo, ya que sentía cosquilleo en las piernas y brazos y me sentía más cansada y realmente atontada, y escuchaba la plática de todos los doctores como a lo lejos, me sentía en un sueño, aunque los nervios no se iban.

Podría jurar que el futuro papá estaba más nervioso que yo, pero tenerlo ahí fue de bastante ayuda, desde que se sentó a mi lado hasta que salí del quirófano, no paró de hacerme cariñito en la frente, lo que me tranquilizó bastante.

De pronto empecé a sentir cómo los doctores manipulaban mi abdomen y un olor a quemado (era porque me estaban abriendo la piel), hasta que me dijeron: “vas a sentir un poco de presión”, a lo que yo sentí bastante presión, pero era porque mientras un doctor me estiraba la abertura que me habían hecho, otro empujaba desde arriba hasta debajo de mi panza, para que mi bebé saliera (obvio yo esto no lo vi, de haberlo visto me hubiera desmayado).

Todo lo que me hacían en el abdomen desapareció cuando escuché el llanto de mi bebé (el cual no tenía nombre todavía), mi llanto fue inmediato cuando escuché el de él, y ni siquiera lo había visto todavía. Me sentía realmente feliz y mucho más tranquila ya que mi bebé había nacido.

Damián nació el domingo 16 de septiembre del 2012 a las 12:10pm, pesó 2,450 y midió 45cm.

Lo vi mientras lo limpiaban, lo medían, lo pesaba, y lo revisaban de todo. Su mesita de revisión estaba justo frente a mi cara, y entre más lo veía más lo amaba y más lloraba yo, ya ni me acordaba que en ese momento me estaban cerrando la herida. Cuando terminaron de revisarlo, lo puso el pediatra en mi cara, y lo acercó hasta que mi nariz y la suya quedaron juntas, lo besé en la frente y le dije que lo amaba demasiado, que lo esperé con muchas ansias y que era todo para mí. En ese momento decidimos llamarlo Damián. Su papá lo cargo un rato y de ahí, después de que ya me habían cerrado la herida y me habían fajado, lo pusieron en mi pecho para que le diera calor, nos taparon con un cobertor y nos sacaron del quirófano. Yo temblaba del frío que sentía, me dijeron que era debido a la anestesia. Afuera del quirófano, estaban mi mamá, dos tias y dos primas, llorando y diciendo que estaba hermoso, y pudieron cargarlo. Me lo quitaron para subirlo a él en su propia cunita al cunero, y enseguida después me subieron a mí a mi habitación. Pasé otra vez por el pasillo de gente, pero esta vez dispersados por el cunero, incluso hubo aplausos cuando me vieron, me felicitaban y me decían que mi hijo estaba precioso.

Sentía mucho cariño de parte de la gente que estaba ahí, pero en ese momento, yo sólo quería dormir, ya que prácticamente no dormía desde el viernes, y a eso había que sumarle una operación. Además, el frío que me hacía temblar se me quitó horas después.

La realidad es que no dormí hasta el miércoles que regresé a mi casa, ya que me dolía la herida, me molestaba el catéter, me molestaba la sonda, y tenía un dolor de espalda más fuerte que el de la herida, de estar acostada tanto tiempo y con el hilo de la anestesia epidural, además de que las visitas entraban y salían y las camas de hospital no son nada cómodas.  

En la noche la enfermera me pidió que le diera pecho a Damián, cosa que por el dolor y el cansancio no pude hacer.

Al otro día debía pararme de la cama y caminar, pero yo no tenía la mínima intención de hacerlo, además presenté alergia al analgésico que me pusieron después de la operación, se me hinchó toda la cara y el famoso rash se manifestó en mi piel. Lo que hacía más incómodo las visitas, de por si ya me veía muy mal de tener días sin dormir, la operación y ni siquiera poderme parar a lavarme la cara. Ahí fue donde me quitaron el hilo de la columna y la bombita, me inyectaron para que se me quitara la alergia, y me pusieron otro analgésico, al cual, por sorpresa, también resulté alérgica, y otra vez lo mismo, inyección para quitármela.

En la tarde ya debía pararme a caminar, pero lo que realmente me motivó a hacerlo fueron las ganas de bañarme. Mi suegra me ayudó a bañarme, pero en cuanto terminó le baño me empecé a sentir muy mal, y sentí mucho dolor en la herida, hasta que me desmayé. Me desperté por los gritos de mi mamá que decía mi nombre, me sostenía ella de un lado, y mi suegra del otro, estaba rodeada de 2 doctoras y cerca de 3 enfermeras, y me llevaban arrastrando a la cama. Me inyectaron en el catéter un medicamento para que despertara y me dieron a oler alcohol. Me tomaron la presión y nos dimos cuenta que pude haber caído en un coma.  

Inmediatamente me empecé a sentir mucho mejor, ya bañada me volví a recostar para recuperarme del desmayo y las alergias. Me paré más tarde, a caminar un poco y a sentarme en el área de la salita de mi habitación, donde tenía visitas. Duré menos de 5 minutos sentada en una silla ya que me incomodaba mucho la herida, preferí seguir caminando más.

Al otro día me quitaron el catéter y me empecé a sentir mucho mejor en cuanto me lo quitaron, ya que era muy molesto.

Esa noche, ya que se fueron todas las visitas, me quedé yo con mi novio, y le confesé lo mal que me sentía porque no había podido disfrutar a mi bebé por el dolor y por el cansancio, yo esperaba tener un parto natural y poderlo cargar como si nada después del parto, sin embargo por la cesárea sólo había podido cargarlo por ratitos porque además implicaba sentarme y eso me era muy incómodo.

Afortunadamente esa era mi última noche ahí y ya en mi casa iba a descansar más cómoda.

Cada día que pasaba yo me sentía mucho mejor. El dolor se me quito aproximadamente a los 7 días, aunque la molestia de la herida todavía seguía, sobre todo porque no puedes hacer esfuerzos.

La sonda, el catéter, el lavado intestinal, las alergias, las inyecciones de las alergias, la anestesia, la bombita de la epidural, la herida, y las horas sin dormir, sin duda las volvería a pasar con tal de recibir otro bebé, sin embargo, tengo fe en que el siguiente sí podrá nacer por parto natural, así me evitaría muchas incomodidades.

Lo que ayuda mucho es fajarse, muy bien apretada, esto te da más seguridad y la herida casi ni se siente. Fajarse también sirve para que tu piel se comprima más rápidamente y los órganos vuelvan a su lugar y en menos tiempo tengas el cuerpo que tenías antes de embarazarte, debes fajarte al menos 3 meses.

Te cuento mi experiencia porque hay algunas mujeres que ni siquiera intentan tener parto natural, que es más fácil y rápido, y en su primera cita al ginecólogo agendan una cesárea, pero ahora que te he contado esto, espero que lo reconsideres y le des una oportunidad a tu sabio cuerpo de tener bebés de manera natural.

Las cesáreas cada vez son más que los partos naturales, por eso es que hay organizaciones mundiales que están poniendo mucho empeño en preservar la manera natural de tener hijos, recuerda que lo natural siempre será lo mejor para tu cuerpo, incluso cada vez más mujeres se animan a ser atendidas por parteras, como se usaba antiguamente, y dar a luz en su propia casa, como es el caso de las modelos Gisele Bündchen, Alessandra Ambrosio, y la actriz Jessica Alba.

Sin duda, es importante considerar la cesárea como medio alternativo en caso de que tu parto se complique o no dilates, como fue mi caso. No importa qué método escojas para dar a luz, lo importante es que tú te sientas cómoda y tu bebé nazca sano.

Cesárea vs Parto natural

Bueno, este tema suele ser bastante controversial, pero es necesario que sepan los pros y contras de las dos maneras en que puede nacer nuestro bebé para que decidamos la mejor para nosotras.

La mayoría de los gineco obstetras de la actualidad, prefieren hacer cesárea programada, ya que para ellos es más rápido y suele ser más costosa, además así evitas sacarlos de su cama a las 4 am porque rompiste fuente.

Pros y contras del parto natural:
  • La recuperación es más rápida
  • En el momento en que sale tu bebé el dolor desaparece.
  • Puedes pararte a caminar al poco tiempo de que nace tu bebé, cargarlo, y recibir a las visitas cómodamente.
  • No tienes que curarte ninguna herida
  • Puedes pasar horas en trabajo de parto con contracciones dolorosas
  • Es más cómodo dar pecho
  • No sabes qué día nacerá tu bebé (yo veo esta como un pro, ya que yo estaba emocionada todos los días pensando que tal vez ese me volvería mamá, además es el día que decidió nacer tu bebé, a diferencia de una cesárea programada donde tú decides el día)
  • No te ponen sonda para la orina
  • Algunas veces te ponen catéter (no siempre)
  • Te hacen un lavado intestinal para que cuando pujes lo hagas comodamente
  • No te queda cicatriz
Pros y contras de la cesárea:

  • Puedes programar la fecha del nacimiento de tu hijo, así no te agarra por sorpresa y te preparas mentalmente
  • La cesárea es una cirugía mayor, por lo que es más riesgosa y delicada que el parto natural
  • Las estadísticas sugieren que al menos de una mujer de cada 2.500 que tengan cesárea morirá, comparado con una en 10.000 para el parto natural
  • El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, declaró que el riesgo de muerte es tres veces el de un parto vaginal
  • El dolor dura varios días y la molestia de la incisión varias semanas, ya que tener una en la zona abdominal, que es con la que hace todos los esfuerzos (pararte de la cama, bañarte, vestirte, pararte de la silla, etc) los realizas con el abdomen.
  • Es incómodo dar pecho inmediatamente después del parto (que es lo recomendable) ya que estás muy adolorida y colocarte el bebé al pecho requiere que te sientes y pegártelo al abdomen.
  • Te introducen una sonda por la vagina, la cual está conectada con tu vejiga, ya que no vas a poder pararte para nada en por lo menos 24 hrs.
  • Al lado de tu cama colocan la bolsita con tu orina (qué pena cuando recibes visitas)
  • Para disminuir el dolor, te dejan una bombita con analgésico, la cual está conectada a través de un hilo muy delgado a una incisión en tu columna, la cual es dolorosa si estás mucho tiempo acostada boca arriba.
  • Siempre te ponen catéter
  • Te queda cicatriz
  • Si tu parto natural se complica o no dilatas, puedes recurrir a la cesárea para que nazca tu bebé y evitarle sufrimiento fetal.

No crean que quiero asustarlas con todo esto, al contrario, me hubiera encantado que alguien me dijera por todo lo que iba a pasar cuando llegué al hospital para estar preparada.

Mi plan era tener un parto natural, ya que, por todo lo que les dije, encontré más beneficios teniendo un parto natural, por lo que no programé ninguna cesárea.

En el siguiente post, les contaré todo mi trabajo de parto y el momento del nacimiento de mi hijo, contandoles mi experiencia tal vez les ayude a decidir entre un parto natural o una cesárea.

A mi no me fue muy bien en la cesárea, por eso siempre preferiré un parto natural.

DATO: los 3 ginecólogos que he visitado, me han indicado que sus pacientes que han tenido parto natural y cesárea, todas prefieren el parto natural.


viernes, 15 de marzo de 2013

Cómo quitarte las náuseas del embarazo

Estos malestares los tenemos la mayoría de las mujeres durante nuestro primer trimestre.

La manera de evitar las náuseas son fáciles y rápidas: Galletas saladas.

Lleva en tu bolsa una bolsita de galletas saladas, seguro te saca del malestar.

Si de plano eres de las que se la pasa muy mal con estos malestares durante el primer trimestre hay una pastilla que reduce náuseas y mareos, habla con tu doctor acerca de esto, pero recuerda NO TE AUTOMEDIQUES.

Cómo evitar estrías

Seguramente este tema les interesa a todas. ¿Cómo podemos evitar las estrías durante el embarazo?

Cuando estaba embarazada contacté a un dermatólogo muy reconocido en Veracruz para ver de qué manera podía evadir las horribles estrías. El médico me dijo que en realidad no hay ninguna crema que pueda evitar que las estrías se manifiesten, ya que son un daño a la dermis, la dermis es la piel que está abajo de la epidermis, la epidermis es la capa de la piel que nosotros podemos tocar, donde nos hechamos las cremas, por lo tanto, no tenemos alcance a la dermis.
Le pregunté entonces porque siempre ha existido la creencia de humectarse bien la epidermis para que no salgan estrías, me contestó que eso evita que nos rasquemos, al parecer, rascarnos sí hace que salgan las estrías.

Hay mil cremas y aceites inventados especialmente para esto, sin embargo, el más eficiente y el más usado desde la época de nuestras abuelas y bisabuelas (y el que yo usé) es mezclar vaseline y aceite de almendras, los dos los encuentras en cualquier farmacia. A mí me ayudó mucho a calmar la picazón el aceite calmante marca Palmers (lo encuentras en Liverpool). La piel pica durante el embarazo porque se está expandiendo, es normal, a todas nos pasa.

La manera de aplicar el aceite y la vaselina es:
1.- Saliendo de bañarte, con la panza y el busto sin secar, rocía  en ellos el aceite calmante y espárcelo con movimientos circulares de abajo hacia arriba.  

2.- En tu mano pon un poquito de vaseline y un chorrito de aceite de almendra, revuelve y aplícalo igualmente de manera circular de abajo hacia arriba. (Aplícalo desde el busto  (aquí también salen estrías) hasta la parte más baja de tu abdomen, donde termina tu pancita, y también toda la espalda hasta la cadera para evitar estrías en las lonjitas de espalda, cadera y pompas).

Debes aplicarlos mañana y noche, haciendo mucho énfasis en la parte abajo de tu ombligo, que digamos que es la parte más alta de la montañita de tu panza y donde más salen estrías. El único inconveniente es que el aceite de almendras le agrega un olor un poco raro.

El aceite calmante lo puedes usar las veces que quieras, puedes llevarlo en tu bolsa para cuando te agarre el ataque de picazón. Recuerda: ¡por nada del mundo te rasques!

Las estrías también tienen mucho que ver con el tipo de piel que tengas, hay mujeres que no se untan nada y no les sale ni una estría, y hay otras que aunque se la pasen hidratándose la piel terminan con estrías.

La buena noticia es que existen tratamientos con láser para desaparecer las estrías, sé que es muy estresante pensar que te pueden salir, pero recuerda que todo esto vale la pena a cambio de lo que vas a recibir.



Toma muchísima agua ya que esto mantiene tu piel más sana y humectada.

jueves, 14 de marzo de 2013

En busca del obstetra ideal.

Ya que sabes que estás embarazada, ya sea que te hayas hecho análisis de sangre o pruebas caseras, el siguiente paso es una visita al obstetra, quien te dirá cuántas semanas tienes de gestación, la fecha probable de parto y algunas recomendaciones, pero sobre todo, aclarará todas las dudas que tienes.

Las semanas de embarazo se empiezan a contar a partir de tu última regla, por lo que es importante que recuerdes bien qué día fue, ya que va a ser pieza clave para todo tu embarazo y la fecha probable de parto.

Encontrar al obstetra ideal para algunas es tarea difícil. Si ya tienes un ginecólogo que te agrade es muy probable que te sientas cómoda con él durante tu embarazo, pero si no tienes, empieza la gran odisea por encontrar uno que te brinde confianza, te haga sentir que estás en buenas manos, y algo muy importante es que también le haga sentir eso a tu pareja. Es necesario que tanto papá como mamá estén a gusto con la persona que recibirá a su bebé.

El punto clave para mí para encontrar un obstetra que me agradara, fue que hiciera partos naturales, ya que la mayoría de los doctores hace solamente cesáreas, ya sea por flojera, por cobrar más, por terminar más rápido, etc.
Mi ideal era tener un parto natural. Según la opinión de madres que han tenido parto natural y cesárea, me han dicho que el parto natural es mucho más bonito, la recuperación es más rápida, y al minuto de que nace tu bebé estás parada caminando como si nada.

Si quieres tener parto natural, asegúrate de estar en manos de un doctor que le guste atender partos naturales y que hará hasta lo imposible porque tengas uno, ya que si no, un doctor que prefiera cesárea en último minuto te saldrá con que: "eres muy estrecha", "el cordón viene en su cuello", "el bebé está muy grande", y otra serie de mentiras que no impiden que nazca tu bebé por parto natural. Incluso conozco casos recientes en que el bebé traía el cordón umbilical enredado en el cuello y el obstetra metió la mano y lo desenredó y pudo nacer facilmente por parto natural, un doctor realmente bueno puede hacer que cualquiera tenga un parto natural.

Un tip que te puede servir para que le tengas más confianza al médico, es que cobre lo mismo por cesárea o por parto natural, así, no te estará haciendo cesárea innecesaria sólo por cobrar más.


Amigas o familiares tuyas te pueden recomendar a sus médicos y hablarte maravillas de ellos, pero recuerda que quienes deben estar cómodos con el doctor son solamente tú y tu pareja.

La razón por la que escribo este blog..

Primero que nada, bienvenida a mi blog. Si estás esperando bebé, ¡muchas felicidades! esto te será de gran ayuda para la aventura que te espera, y si todavía no vas a ser mamá pero piensas serlo algún día, nunca es temprano para empezar a prepararte y leer sobre el tema.

La principal razón por la que escribo esto, es para orientar a otras madres o futuras madres sobre lo que les espera durante su embarazo y cuando llega el bebé y nada les agarre por sorpresa o sepan qué hacer en algunas ocasiones que sentimos que el mundo se nos viene encima porque no tenemos ni la menor idea de cómo cuidar a un recién nacido. Naturalmente, todo lo irás aprendiendo con el paso del tiempo y conforme se te presenten las situaciones, pero si puedes saber qué hacer antes de que te encuentres en el apuro, mejor.
Espero que este blog te sea de gran ayuda y si tienes alguna duda responderé tus mails.